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SICOLOGIA Y AJEDREZ


La Terapia de AceptaciĂłn y Compromiso (ACT) (Hayes, Stroshal
y Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002) es un modelo de intervenciĂłn
psicológica diseñado, y utilizado con éxito, para el tratamiento
de los distintos trastornos que quedarĂ­an englobados en
la definiciĂłn funcional identificada como Trastorno de EvitaciĂłn
Experiencial o EvitaciĂłn Experiencial destructiva o problemĂĄtica
(Hayes, Luoma, Bond, Masuda y Lillis, 2006). La evitaciĂłn experiencial
problemĂĄtica, o destructiva, hace referencia a un plan de
vida consistente en evitar y controlar, deliberadamente, el malestar
en forma de experiencias privadas, ya sean pensamientos, recuerdos,
sensaciones, predisposiciones, etc. Tal plan se torna problemĂĄtico,
a la larga, en tanto que no controla lo que pretende, y
–lo mĂĄs importante– produce una limitaciĂłn en la vida de la persona
al dedicarse mĂĄs tiempo a controlar el malestar que a realizar
acciones personalmente valiosas (Luciano y Hayes, 2001). La evitaciĂłn
experiencial problemĂĄtica es la que no funciona a la larga y
constituye un patrĂłn central en numerosos trastornos psicolĂłgicos,
ademĂĄs de serlo en numerosas ocasiones en las que la vida no parece
satisfactoria en general, o porque no se alcanzan los resultados
que podrĂ­an conseguirse en una faceta en particular. Este Ășltimo
caso podrĂ­a aplicarse al ĂĄmbito de la PsicologĂ­a del Deporte.
La aplicaciĂłn de este anĂĄlisis conduce al empleo de estrategias
de aceptaciĂłn en vez del control de pensamientos, sensaciones y
otros eventos privados; y ha mostrado ser eficaz en PsicologĂ­a del
Deporte. Por ejemplo, FernĂĄndez, Secades, Terrados, GarcĂ­a y
GarcĂ­a (2004) las aplicaron en un grupo de piragĂŒistas; Gardner y
Moore (2004) presentaron sendos estudios de caso en nataciĂłn y
halterofilia; finalmente, Lutkenhouse (2007) presentĂł otro estudio
de caso en lacrosse. No obstante, el deporte en el que mayor evidencia
existe de la utilidad de protocolos de aceptaciĂłn (en este caso
de ACT) es el ajedrez.
La eficacia de las estrategias de aceptaciĂłn para incrementar el
rendimiento ajedrecĂ­stico estarĂ­a relacionada con el impacto de la
evitaciĂłn experiencial, en el contexto de la fusiĂłn cognitiva, que
Eficacia de la terapia de aceptaciĂłn y compromiso (ACT) en la mejora
del rendimiento ajedrecĂ­stico de jĂłvenes promesas
Francisco J. Ruiz y Carmen Luciano
Universidad de AlmerĂ­a
La Terapia de AceptaciĂłn y Compromiso (ACT) estĂĄ resultando Ăștil en ĂĄmbitos relativamente lejanos
a los conocidos como trastornos psicolĂłgicos. EspecĂ­ficamente, estĂĄ permitiendo mejorar el rendimiento
deportivo en diversas ĂĄreas. El presente trabajo tiene como objetivo replicar y ampliar la aplicaciĂłn
de protocolos breves de ACT para mejorar el rendimiento ajedrecĂ­stico. En un estudio anterior
se aplicĂł un breve protocolo individual a ajedrecistas de alta competiciĂłn que resultĂł eficaz. En el presente
estudio se pretende aplicar un protocolo grupal equivalente a jĂłvenes promesas en ajedrez y compararlo
con otros jĂłvenes en una condiciĂłn control que no recibieron intervenciĂłn alguna. Los resultados
muestran una mejora del rendimiento en 5 de los 7 participantes, mientras que ninguno de los
jugadores de la condiciĂłn control alcanzĂł un criterio relevante de cambio. El anĂĄlisis entre condiciones
revela diferencias estadĂ­sticamente significativas en el rendimiento ajedrecĂ­stico. Se discuten los
resultados resaltando el impacto replicado de un formato breve de ACT para mejorar el rendimiento
ajedrecĂ­stico.
Acceptance and commitment therapy (ACT) and improving chess performance in promising young
chess-players. Acceptance and Commitment Therapy (ACT) is shown to be effective in relatively
distant fields from the so-called psychological disorders. One of these areas is sport performance
improvement. The aim of the current study is to expand the application of brief ACT protocols to
improve chess-players’ performance. In a previous study, a brief protocol was applied to internationallevel
adult chess-players that was effective. The current study aims to apply an equivalent brief ACT
protocol, but in this case, applied in a group format to promising young chess-players. In addition, this
brief protocol is compared to a non-intervention control condition. Results show that the ACT brief
protocol improved the performance in 5 out of 7 participants, and that none of the chess-players in the
control condition reached the established change criterion. The differences between the conditions in
chess performance were statistically significant. The results are discussed, emphasizing the replicated
impact of a brief ACT protocol on the improvement of chess-players’ performance.
Fecha recepciĂłn: 8-7-08 • Fecha aceptaciĂłn: 31-1-09
Correspondencia: Francisco J. Ruiz Jiménez
Facultad de PsicologĂ­a
Universidad de AlmerĂ­a
04120 AlmerĂ­a (Spain)
E-mail: frj939@ual.es
Psicothema 2009. Vol. 21, nÂș 3, pp. 347-352 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
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dificultarĂ­a aquellas conductas que maximizarĂ­an el rendimiento
del jugador (Ruiz, 2006). Por ejemplo, considérese que un ajedrecista,
durante una partida, descubre que ha cometido un error, y
empieza a derivar pensamientos del tipo «estoy perdido», «ahora
el torneo va a ir de mal en peor», etc. Si el jugador se comporta fusionado
a estos eventos privados, sin discriminar que son sĂłlo pensamientos
o sensaciones, actuarĂĄ como si Ă©stos fueran hechos, dejando
asĂ­ de actuar centrado en el juego al comportarse de acuerdo
al contenido que, por su historia personal, deriva en esa situaciĂłn.
Un ejemplo mĂĄs serĂ­a el caso de un jugador que, en un momento
determinado del juego, por su historia personal, le lleva a derivar
miedo a perder. El ajedrecista podrĂ­a reaccionar fusionado a ese
miedo sobrevenido haciendo jugadas defensivas y, por tanto, sin tener
en cuenta lo que realmente la posiciĂłn del tablero requiere: buscando
sĂłlo las opciones que llevan el juego a un cauce tranquilo,
ofreciendo tablas, etc. En definitiva, su juego estarĂ­a controlado por
su fusiĂłn a los pensamientos derivados (actuarĂ­a fusionado a la literalidad
de los eventos privados), estando su actuaciĂłn dirigida a
escapar de tales pensamientos y evitar otros contenidos cognitivos
con peores funciones para Ă©l. La relevancia de la posiciĂłn presente
en el tablero en cada momento quedarĂ­a en un segundo plano, siendo
realmente los pensamientos derivados los verdaderos actores del
juego. En consecuencia, las jugadas –cuando el jugador trata de defenderse
de los pensamientos molestos derivados– serĂĄn dĂ©biles,
incrementĂĄndose la probabilidad de derrota.
Desde una perspectiva cognitiva, HernĂĄndez y RodrĂ­guez
(2006) convergen en la misma idea. Concretamente, encontraron
que entre dos grupos de jĂłvenes ajedrecistas de capacidad intelectual
similar, el grupo de los jugadores que obtenĂ­an resultados pobres
en el ajedrez de competiciĂłn mostraban mayor puntuaciĂłn en
factores que son funcionalmente equivalentes y comprensibles
desde la Ăłptica de la evitaciĂłn experiencial.
En esta direcciĂłn, Ruiz (2006) presentĂł un estudio de caso en
el que un ajedrecista profesional incrementĂł notablemente su rendimiento
tras una intervenciĂłn de sĂłlo 4 sesiones de ACT. En un
estudio posterior, Ruiz y Luciano (2006) aplicaron una intervenciĂłn
de ACT de 4 horas de duraciĂłn a cinco ajedrecistas profesionales,
asignando otros 5 ajedrecistas de caracterĂ­sticas similares a
una condiciĂłn control. La condiciĂłn ACT mostrĂł resultados deportivos
significativamente mejores que la condiciĂłn control en el
seguimiento a los 7 meses, con un aumento notable del rendimiento
en los 5 ajedrecistas. El incremento del rendimiento estuvo
altamente correlacionado con el descenso en la frecuencia de
las reacciones literales y problemĂĄticas a diversos pensamientos
que fueron objeto de la intervenciĂłn. En el presente estudio se
plantea si se obtendrĂ­an resultados equivalentes con un protocolo
grupal, en vez de individual, y aplicado a jĂłvenes promesas, en lugar
de a jugadores profesionales.
MĂ©todo
Participantes
Veinte jĂłvenes promesas del ajedrez europeo participaron en
este estudio. La condiciĂłn experimental estuvo compuesta por 8
jugadores, 4 chicos y 4 chicas, con una edad comprendida entre 14
y 20 años, siendo la edad media 16 años (DT= 2.32). Estos jugadores
fueron seleccionados por la Federación Española de Ajedrez
(FEDA) para participar en una concentraciĂłn de entrenamiento,
contexto en el que se realizĂł el presente estudio.
Para confeccionar la condiciĂłn control se seleccionaron doce ajedrecistas
de la base de datos de la FederaciĂłn Internacional de Ajedrez
(FIDE) de acuerdo a su similitud con los participantes de la condiciĂłn
experimental. Cada jugador de la condiciĂłn experimental era
emparejado con al menos otro de la condiciĂłn control siguiendo los
criterios siguientes: (a) mismo sexo; (b) diferencia de edad inferior a
un año; (c) diferencia inferior a 40 en la puntuación ELO [los puntos
ELO son utilizados por la FIDE para confeccionar el ranking internacional
y son obtenidos a través de procedimientos matemåticos
(Elo, 1978)]; (d) similar grado de participaciĂłn en competiciones, y
(e) pertenencia al mismo paĂ­s. Cuando no se encontraron jugadores
que cumpliesen este Ășltimo criterio se seleccionaron dos jugadores:
los jugadores que ostentaban las posiciones inmediatamente superior
e inferior en el ranking europeo de la categorĂ­a del jugador. El rendimiento
de estos dos jugadores fue ponderado para compararlo con el
del jugador emparejado de la condiciĂłn experimental.
No fue posible hacer un seguimiento adecuado del rendimiento
del participante octavo de la condiciĂłn experimental pues carecĂ­a
de registro en el archivo de la FIDE, por tanto, tampoco se le
asignĂł un jugador control.
Condiciones
Experimental. El protocolo experimental consistió en enseñar a
detectar las barreras psicolĂłgicas y ejercitarse en la prĂĄctica del
distanciamiento psicolĂłgico de Ă©stas, aplicĂĄndolo a situaciones de
competiciĂłn que resultaban problemĂĄticas para los participantes.
El protocolo experimental se aplicĂł a lo largo del perĂ­odo de
concentraciĂłn (5 dĂ­as), como se indica en el apartado del procedimiento.
Control. Estos participantes no recibĂ­an ningĂșn tipo de intervenciĂłn
ni mantenĂ­an contacto alguno con los experimentadores.
Instrumentos
Medida de resultado. La medida seleccionada fue el rendimiento
ajedrecístico, que fue obtenido a través del archivo de la
FIDE. El perĂ­odo de seguimiento fue el tiempo necesario para que
los participantes disputaran un mĂ­nimo de nueve torneos (una vez
disputados Ă©stos, se daba por concluido el seguimiento del jugador)
que abarcĂł una media de 9 meses. Se calculĂł la puntuaciĂłn
performance de cada torneo disputado por el jugador, siempre que
en Ă©ste hubiera computado al menos cuatro partidas. La puntuaciĂłn
performance es ampliamente utilizada por la FIDE para evaluar
la fuerza del juego desarrollado por un jugador en un torneo
determinado.
Se estableciĂł como criterio de cambio una diferencia de mĂĄs de
40 puntos de performance entre el perĂ­odo anterior y posterior a la
intervenciĂłn. La justificaciĂłn del criterio seleccionado se encuentra
en que la obtenciĂłn de 40 puntos mĂĄs de performance en el cĂłmputo
global de un torneo implica, normalmente, que el jugador ascenderĂ­a
una cantidad relevante de puestos en la clasificaciĂłn final.
AdemĂĄs, numerosos ajedrecistas y entrenadores cualificados consultados
lo consideraron un criterio de cambio bastante alto.
Medidas de procesos
AdaptaciĂłn al castellano de la segunda versiĂłn del Acceptance
and Action Questionnaire (Cuestionario de AceptaciĂłn y AcciĂłn,
AAQ-II) (Bond et al., en revisiĂłn). La adaptaciĂłn fue reali-
348 FRANCISCO J. RUIZ Y CARMEN LUCIANO
zada por los autores con motivo del presente estudio. El AAQ-II es
una medida genérica de la evitación experiencial y la aceptación
psicológica que posee mejores propiedades psicométricas que la
primera versiĂłn. Consta de 10 Ă­tems con una escala de Likert de 7
puntos, indicando las puntuaciones altas mayor grado de evitaciĂłn
experiencial y menor de aceptaciĂłn.
Cuestionario de Reacciones ProblemĂĄticas en Ajedrez (CRPA;
Ruiz y Luciano, 2006). Se trata de un cuestionario especĂ­fico sobre
las reacciones problemĂĄticas, a distintos eventos privados, que los
ajedrecistas llevan a cabo durante la competiciĂłn, y pretende ser
una medida de la evitaciĂłn experiencial en el campo del ajedrez. Se
confeccionĂł ex profeso tras la consulta de la literatura ajedrecĂ­stica
que trata el tema de las barreras psicolĂłgicas (por ejemplo, Nunn,
1998; Rowson, 2000; etc.). Consta de 15 Ă­tems con una escala de
Likert que contiene puntuaciones de 1 a 9, donde 1 es nunca y 9
siempre. Los Ă­tems consisten en afirmaciones que describen una actuaciĂłn
fusionada con pensamientos irrelevantes para una eficaz
prĂĄctica competitiva, o bien en afirmaciones que describen comportamientos
de evitaciĂłn de pensamientos perturbadores. Por tanto,
a mayor puntuaciĂłn en la escala, mayor frecuencia de reacciones
problemĂĄticas durante la competiciĂłn. Este cuestionario carece
de validación, pero se llevó a cabo un pequeño estudio exploratorio
en el que 17 ajedrecistas de alto nivel contestaron el CRPA y el
AAQ-II. Se encontrĂł una correlaciĂłn positiva, alta y estadĂ­sticamente
significativa entre el CRPA y el AAQ-II (r= .61), asĂ­ como
una correlaciĂłn negativa de ambos cuestionarios con la puntuaciĂłn
ELO (correlaciĂłn CRPA y ELO: r= -.44; correlaciĂłn AAQ-II y
ELO: r= -.347).
El criterio de cambio seleccionado a nivel individual (segĂșn la
experiencia habida en el uso de estos cuestionarios) fue un descenso
del 15% de la puntuaciĂłn total. La administraciĂłn se realizĂł
antes de la intervenciĂłn y a los dos, cuatro y seis meses.
Procedimiento
La intervenciĂłn tuvo lugar durante una concentraciĂłn de entrenamiento
de 5 dĂ­as. Previamente, la FEDA informĂł a los participantes
que iban a trabajar con un psicĂłlogo sobre diversas facetas
de la competiciĂłn. Cada dĂ­a, al finalizar la sesiĂłn de entrenamiento,
los jugadores se reunĂ­an con el psicĂłlogo durante una hora. El
protocolo experimental lo aplicĂł el primer autor, que habĂ­a sido
previamente entrenado en ACT por el segundo autor, con la asistencia
de una co-terapeuta. El protocolo de intervenciĂłn ha sido
descrito con detalle, conjuntamente con otros protocolos de aceptaciĂłn
aplicados en adolescentes, en Luciano, Valdivia, Gutiérrez-
MartĂ­nez, Ruiz y PĂĄez-Blarrina (2009).
Durante el primer dĂ­a, los participantes fueron invitados a realizar
una actividad que tenĂ­a como objetivo que surgieran barreras
psicolĂłgicas que se trabajarĂ­an en dĂ­as posteriores. Concretamente,
la actividad consistĂ­a en jugar partidas contra el programa informĂĄtico
Fritz 8 con una cadencia de juego de 2 minutos de reflexiĂłn
para toda la partida mĂĄs la adiciĂłn de 4 segundos tras
realizar cada jugada. El nivel de juego del programa se ajustĂł a cada
participante, de tal manera que los participantes tuvieran la posibilidad
de vencer, pero siendo todas la partidas complicadas. Durante
las partidas, los ajedrecistas escuchaban ruidos (por ejemplo,
sonidos de módem, claxon de un coche, alarmas, llantos de bebé,
etc.) y frases formalmente desalentadoras a través de unos auriculares
(por ejemplo: «me voy a equivocar», «el programa juega muy
bien», «se me acaba el tiempo», etc.).
Durante el segundo dĂ­a se invitĂł a los participantes a comentar
los pensamientos y sensaciones molestas que tuvieron durante las
partidas disputadas el dĂ­a anterior y a establecer la conexiĂłn entre
esos eventos privados y aquellos que les resultaban molestos durante
las competiciones. Posteriormente, se realizaron varios ejercicios
de distanciamiento psicolĂłgico, grupalmente y durante unos
30 minutos, como un entrenamiento en mĂșltiples ejemplos, para
promover la diferenciaciĂłn del yo como contexto:
1. Ejemplos en los que «no se hace nada» con los eventos privados.
Se pedĂ­a a los participantes que pensaran en situaciones
en las que no hacĂ­an nada con los pensamientos o
sensaciones. Por ejemplo, se les pedĂ­a a los participantes
que notaran en ese mismo momento cĂłmo sentĂ­an los pantalones
sobre su piel explicaban, que sĂłlo notasen esa sensaciĂłn
y se dieran cuenta de quién la estaba teniendo. Se hizo
lo mismo con diversas sensaciones y pensamientos. Por
ejemplo, notar su propia respiraciĂłn sin hacer nada, solamente
observando que eran ellos los que podĂ­an notarla; notar
un picor sin hacer nada por eliminarlo, sĂłlo dĂĄndose
cuenta de que podĂ­an observarlo; notar cĂłmo tenĂ­an las manos
apoyadas, etc..
2. Ejercicio de las tarjetas (Wilson y Luciano, 2002). Se invitaba
a los participantes a concentrarse en los pensamientos
molestos que habĂ­an surgido durante las partidas de prĂĄctica,
y escribirlos en una tarjeta para contemplarlos sin hacer
ningĂșn juicio o valoraciĂłn sobre tales pensamientos. Asimismo,
se les invitĂł a hacer lo mismo con cada pensamiento
que les aparecĂ­a durante ese momento.
3. Ejercicio del otoño y las hojas (Wilson y Luciano, 2002). Se
invitaba a los participantes a cerrar los ojos e imaginarse un
ĂĄrbol en la orilla de un rĂ­o al que le cayesen las hojas. Una
vez que tenĂ­an esa imagen, se les pedĂ­a que se concentrasen
en los pensamientos molestos que habĂ­an tenido (uno a
uno), sin hacer nada por evitarlos, e imaginar que los podĂ­an
escribir en las hojas que caĂ­an de un ĂĄrbol y que eran arrastradas
por la corriente de un rĂ­o.
Al finalizar el protocolo se les dijo que tratasen de utilizar lo
que habĂ­an aprendido en un par de partidas de prĂĄctica contra el
ordenador.
En el tercer dĂ­a, los participantes volvieron a jugar contra el ordenador
tras repasar brevemente el protocolo del dĂ­a anterior.
Finalmente, durante el cuarto y quinto dĂ­a se realizĂł una intervenciĂłn
de una duraciĂłn total aproximada de 3 horas. La intervenciĂłn
consistiĂł en hacer un repaso de las barreras psicolĂłgicas
que suelen aparecer durante la competiciĂłn, y en analizar la manera
en la que los participantes reaccionaban ante ellas. Si reaccionaban
de manera contraproducente se procedĂ­a, por este orden,
con la desesperanza creativa y el distanciamiento psicolĂłgico de
los eventos privados problemĂĄticos.
Para ejemplificar estos componentes describimos la intervenciĂłn
cuando los sujetos mostraban miedo a perder durante las partidas
y se comportaban de manera fusionada al miedo, tratando de
eliminarlo jugando defensivamente. Se preguntaba por la razĂłn
por la que jugaban de manera defensiva, qué conseguían con ello
(tener menos miedo) y se revisaba cuĂĄl era la calidad del juego y
los resultados obtenidos jugando de ese modo. Asimismo, considerando
sus respuestas se concluĂ­a que, segĂșn la experiencia que
ellos tenĂ­an, parecĂ­a que comportarse de ese modo les liberaba
EFICACIA DE LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT) EN LA MEJORA DEL RENDIMIENTO AJEDRECÍSTICO DE JÓVENES PROMESAS 349
hasta cierto punto del miedo, pero sĂłlo a corto plazo, pues el miedo
volvĂ­a a aparecer durante la partida o en partidas posteriores.
AdemĂĄs, jugando defensivamente, los resultados eran peores, pues
no se estaba atendiendo a los requerimientos de la posiciĂłn concreta.
Se utilizaba alguna metĂĄfora como «el hombre en el campo
de hoyos» (Wilson y Luciano, 2002) que mostrase el patrĂłn paradĂłjico
anteriormente descrito. Finalmente, se presentaba la metĂĄfora
del charco (Gutiérrez, Luciano, Rodríguez y Fink, 2004) para
señalar que, a veces, en aras de proseguir por una senda relevante,
uno tiene que pasar por un charco sucio (con lodo, insectos, que
huele mal, etc.), que no puede evitarse si se quiere seguir en ese
camino.
Posteriormente, se trabajaba en el distanciamiento psicolĂłgico
de los eventos privados que resultaban problemĂĄticos, practicando
ejercicios extra a los ya realizados durante el segundo dĂ­a, pero
ahora con los miedos a perder la partida. Los ejercicios experienciales
consistĂ­an en la fisicalizaciĂłn de la sensaciĂłn de miedo a
perder. Por ejemplo, se le decĂ­a a uno de los participantes que tenĂ­a
miedo a perder que imaginara que, para jugar bien al ajedrez,
habĂ­a que caminar en una direcciĂłn determinada, asignĂĄndosele un
trayecto dentro de la sala. Cuando el participante comenzaba a caminar,
el terapeuta le obstaculizaba diciendo los pensamientos que
los jugadores derivaban cuando tenĂ­an miedo. En ese momento, el
participante trataba de esquivar al terapeuta, pero Ă©ste se movĂ­a
obstaculizando nuevamente el camino. El ejercicio continuaba
hasta que el participante daba con la soluciĂłn, que consistĂ­a en coger
de la mano al terapeuta y seguir en el camino de jugar bien al
ajedrez (aunque eso no signifique necesariamente ganar la partida)
a pesar de que el miedo le acompañase.
Asimismo, se fisicalizĂł la «metĂĄfora del autobĂșs» (Wilson y
Luciano, 2002) de modo que los participantes iban pasando alternativamente
por la posiciĂłn del conductor mientras el resto actuaba
como pasajeros molestos. En primer lugar, se ensayaba el papel
de los pasajeros molestos tratando de distraer al conductor para
que les hiciera caso en vez de poner su atenciĂłn en la carretera.
Posteriormente, se ensayaba el papel de saludar a los pasajeros, y
poner la atenciĂłn en los detalles de la carretera y su direcciĂłn.
Finalmente, se les invitaba a practicar estos ejercicios durante
la competiciĂłn que iban a disputar la siguiente semana.
AnĂĄlisis de datos
Se compararon las puntuaciones medias en el performance de
cada condiciĂłn, procedentes de los nueve torneos previos y posteriores
a la intervenciĂłn disputados por cada jugador (en total 63
torneos por condiciĂłn y momento), utilizando la prueba T de Student
para muestras independientes. Asimismo, se analizaron los
tamaños del efecto de la intervención para cada variable dependiente
utilizando la d de Cohen.
Resultados
La figura 1 muestra la puntuaciĂłn diferencial obtenida en los 9
torneos previos y posteriores a la intervenciĂłn experimental. Se
observa una apreciable diferencia entre el rendimiento de la condiciĂłn
experimental y la condiciĂłn control: cinco de los siete participantes
de la condiciĂłn experimental superaron el criterio de
cambio establecido (los dos restantes mostraron un incremento poco
significativo), mientras que ninguno de los participantes de la
condiciĂłn control lo alcanzĂł (tabla 1).
La condiciĂłn experimental pasĂł de tener un performance medio
antes de la intervenciĂłn de 2.252 (DT= 115) a 2.325 (DT=
113) en el seguimiento, mientras que la condiciĂłn control pasĂł de
2.267 (DT= 89) puntos a 2.271 (DT= 92), respectivamente. Se utilizĂł
la prueba T para muestras independientes, hallĂĄndose en el seguimiento
diferencias estadĂ­sticamente significativas (p= .024), y
no asĂ­ en el perĂ­odo anterior a la intervenciĂłn (p= .702). La magnitud
del efecto diferencial fue mediana (d= .52).
En cuanto a las medidas de procesos, disponemos de datos de
siete de los ocho participantes de la condiciĂłn experimental (el
participante 3 no contestĂł los cuestionarios). Respecto al CRPA,
seis meses después de la intervención, tres jugadores (participantes
2, 4 y 7) mostraron un descenso que supera el criterio de cambio
establecido, siendo la puntuaciĂłn media antes de la intervenciĂłn
de 77 (DT= 22.32) y a los 6 meses de 65.85 (DT= 30.74), y
un tamaño del efecto d= .42. Por otro lado, tres participantes mostraron
una puntuaciĂłn significativamente menor en el AAQ-II a los
seis meses (participantes 2, 4 y 8), siendo la puntuaciĂłn media antes
de la intervenciĂłn de 33.85 (DT= 10.49) y en el seguimiento de
28.14 (DT= 10.28), y el tamaño del efecto d= .55.
Debido a las caracterĂ­sticas del presente estudio no ha podido
realizarse un anĂĄlisis formal de mediaciĂłn, sin embargo, se ha calculado
la correlaciĂłn entre las puntuaciones del CRPA en el seguimiento
a los 6 meses con el cambio en el rendimiento ajedrecĂ­stico,
encontrĂĄndose una correlaciĂłn positiva, aunque no
significativa debido a lo reducido de la muestra, entre el descenso
en el CRPA y el aumento del rendimiento (r= .49). No se ha encontrado
correlaciĂłn entre el descenso en el AAQ-II y el aumento
de rendimiento, pero sĂ­ entre el descenso del AAQ-II y el descenso
en el CRPA (r= .37). Por otro lado, los niveles de evitaciĂłn experiencial
en el pre-tratamiento (medidos mediante el AAQ-II y el
350 FRANCISCO J. RUIZ Y CARMEN LUCIANO
Tabla 1
PuntuaciĂłn media de los participantes de la condiciĂłn experimental y control
en los 9 torneos previos y posteriores a la intervenciĂłn
EXP PRE EXP POST CTRL PRE CTRL POST
P1 2354 2414 2361 2371
P2 2314 2414 2299 2313
P3 2317 2427 2260 2272
P4 2364 2375 2377 2371
P5 2126 2142 2122 2135
P6 2076 2208 2209 2170
P7 2216 2300 2242 2268
PERFORMANCE
C. EXPERIMENTAL C. CONTROL
Participantes
P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7 P1 P2 P3 P4 P5 P6 P7
150
100
50
0
-50
P. diferencial
Figura 1. Diferencia en la puntuaciĂłn performance entre los 9 torneos
previos y los 9 posteriores a la intervenciĂłn. La lĂ­nea discontinua horizontal
representa el criterio de cambio establecido a nivel intrasujeto
CRPA) correlacionaron con el incremento del rendimiento en el
seguimiento (AAQ-II e incremento performance en el seguimiento:
r= .47; CRPA e incremento performance en el seguimiento: r=
.81; p<.05.
DiscusiĂłn y conclusiones
Tras la intervenciĂłn, cinco de los siete participantes de la condiciĂłn
experimental mostraron un incremento notable en su rendimiento
que les llevĂł a obtener clasificaciones significativamente
mejores en los torneos que sus respectivos controles. Los dos jugadores
restantes mostraron un incremento del rendimiento poco
relevante. Por otro lado, el hecho de que ninguno de los jugadores
de la condiciĂłn control consiguiera superar el criterio de cambio
indica que, efectivamente, tal criterio es exigente.
En lo relativo a las medidas de proceso no hubo correlaciĂłn alguna
entre mejorĂ­a en el rendimiento y cambio en la evitaciĂłn experiencial
medida con el AAQ. Este hecho podrĂ­a ser debido, por
un lado, a que las puntuaciones en evitaciĂłn de los jugadores no
fueron altas, por lo que no cabrĂ­a esperar cambios significativos
(en este sentido, sĂłlo el participante octavo tenĂ­a una puntuaciĂłn
que pudiera considerarse alta antes de la intervenciĂłn, siendo Ă©ste
el jugador que mayor descenso en la puntuaciĂłn mostrĂł). Por otro
lado, podrĂ­a deberse a la posible insensibilidad de este cuestionario
para dar cuenta del uso de estrategias de control de barreras
psicolĂłgicas durante la competiciĂłn.
En lo relativo a las medidas de proceso se observĂł una correlaciĂłn
positiva entre la mejora del rendimiento ajedrecĂ­stico y el descenso
en las reacciones problemĂĄticas a diversos eventos privados
durante la competiciĂłn (medido con el CRPA), aunque sĂłlo tres de
los siete participantes mostraron un descenso significativo. Como
se mencionĂł en la descripciĂłn de instrumentos, este cuestionario
no ha sido validado, pero ha sido utilizado en una investigaciĂłn
previa en la que se encontrĂł una correlaciĂłn similar entre el descenso
en el CRPA y el aumento del rendimiento (r= .47) (Ruiz y
Luciano, 2006). Por tanto, el presente estudio replica esta tendencia.
Otros datos apoyan la hipĂłtesis de que el protocolo experimental
actuĂł siguiendo los procesos de cambio hipotetizados por
ACT, puesto que el efecto del protocolo fue mayor con los participantes
con los niveles de evitaciĂłn experiencial previos mĂĄs altos.
En cualquier caso, el descenso en el impacto de las barreras psicolĂłgicas
en el juego correlacionĂł con el aumento del rendimiento,
sugiriéndose así que el descenso en las reacciones problemåticas
que los jugadores llevaban a cabo en presencia de eventos
privados con funciones aversivas habrĂ­a sido un aspecto importante
del cambio. Este hecho coincide con la importancia central que
otorga el protocolo de ACT utilizado en este estudio a practicar la
habilidad de poder estar presente con los contenidos cognitivos,
para así poder elegir qué tipo de reacción en el juego puede ser la
mejor en cada momento [en otras palabras, en romper la credibilidad
de los pensamientos que se derivan en cada momento como
elementos literales para actuar (Gutiérrez et al., 2004; Påez-Blarrina
et al., 2008; Törneke, Luciano y Valdivia, 2008)]. Los componentes
del protocolo han incidido, principalmente, en generar
esta habilidad mĂĄs que cualquier otra, en tanto que la clarificaciĂłn
de direcciones de valor era un componente estable que quedĂł expuesto
en la breve intervenciĂłn dirigida a experimentar el coste de
tratar de controlar los pensamientos y sensaciones molestos. En resumen,
la intervenciĂłn se dedicĂł a que los jĂłvenes pudieran experimentar
los contenidos del yo (dicho de otro modo, los pensamientos
y sensaciones que se «presentaban» en los distintos momentos
del juego de acuerdo a la historia personal). Al practicar el
proceso de ocurrencia de esa experiencia, necesariamente se incrementaba
la discriminaciĂłn verbal del contexto desde el cual se
produce (en términos de ACT, a diferenciar entre el yo-como-contexto
y el yo como proceso y como contenido).
Son varias las virtudes y limitaciones que observamos en el
presente trabajo. Entre las limitaciones señalamos que no se introdujeron
medidas especĂ­ficas durante el proceso de intervenciĂłn.
Por ejemplo, podría haberse diseñado la tarea experimental de tal
modo que permitiera medir la posible disminuciĂłn del grado de
credibilidad de los pensamientos mientras se realizaba la tarea, en
la línea efectuada por Gutiérrez et al. (2004) y Påez-Blarrina et al.,
(2008), asĂ­ como permitir la mediciĂłn de los resultados antes y
después de introducir la intervención. Con todo, la limitación que
podrĂ­a esgrimirse como mĂĄs relevante es que no es posible aislar
el efecto de la mera atenciĂłn a los aspectos psicolĂłgicos que fue
dispensada a los participantes de la condiciĂłn experimental, asĂ­
como el efecto de la concentraciĂłn de entrenamiento, del efecto
del procedimiento en sĂ­. No obstante, cabe enumerar algunas razones
que nos hacen sospechar en contra de la limitaciĂłn referente
al efecto de la concentraciĂłn de entrenamiento: (a) todos los
participantes tenĂ­an un entrenador personal, con el que entrenaban
asiduamente, que conservaron después de la concentración, por lo
que la prĂĄctica habida en la concentraciĂłn no aportaba una cantidad
de entrenamiento muy significativa; (b) durante la concentraciĂłn
entrenaban los 8 participantes con un solo entrenador, por lo
que el trato no fue personalizado, mĂĄxime teniendo en cuenta que
dentro del grupo habĂ­a mucha variabilidad en cuanto al nivel de
juego; y (c) los sujetos control también disfrutaban de competiciones
o actividades intermedias de este tipo. Distinto es el caso de la
atenciĂłn a los aspectos psicolĂłgicos del juego, pues, a pesar de la
alta significaciĂłn deportiva de los cambios producidos en los participantes
de la condiciĂłn experimental que sobrepasaron el criterio
de cambio a nivel intrasujeto, no puede excluirse que la mera
atenciĂłn a dichos aspectos pudiera haber repercutido en el rendimiento
de los participantes de la condiciĂłn experimental, habida
cuenta de que se desconoce el grado en que los participantes de la
condiciĂłn control tuvieron ese tipo de atenciĂłn. Por esta razĂłn, futuros
estudios deberĂĄn establecer condiciones de control que reciban,
al menos, algĂșn tipo de atenciĂłn a los aspectos psicolĂłgicos
del juego.
Como virtudes podrĂ­amos citar que el trabajo tiene algunas de
las caracterĂ­sticas que Martin, Vause y Schwarzman (2005) reclaman
para la investigaciĂłn en PsicologĂ­a del Deporte: los participantes
son deportistas de nivel internacional, la duraciĂłn del seguimiento
es inusualmente larga y la variable dependiente
utilizada es una medida directa del rendimiento de alta fiabilidad
y validez. Es, ademĂĄs, la primera intervenciĂłn en grupo de estas
caracterĂ­sticas que ha resultado eficaz y bien acogida por las jĂłvenes
promesas.
En resumen, este trabajo replica los estudios ya mencionados
en el campo del ajedrez (Ruiz, 2006; Ruiz y Luciano, 2006) en
cuanto a la eficacia de una aplicaciĂłn breve de ACT para incrementar
el rendimiento de ajedrecistas de alto nivel, añadiéndose
respecto a estudios anteriores que resulta eficaz en formato grupal
y en adolescentes. Teniendo en cuenta los resultados del presente
trabajo y los otros estudios aplicados en el ĂĄmbito del deporte
(FernĂĄndez et al., 2004; Gardner y Moore, 2004; Lutkenhouse,
2007), podemos aventurar que intervenciones breves, que conten-
EFICACIA DE LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT) EN LA MEJORA DEL RENDIMIENTO AJEDRECÍSTICO DE JÓVENES PROMESAS 351
gan los elementos claves de ACT adaptados a las caracterĂ­sticas
especĂ­ficas de cada poblaciĂłn, pueden ser de utilidad para incrementar
el rendimiento humano en general, ya sea deportivo, laboral,
intelectual, etc., en aquellas circunstancias en las que la evitaciĂłn
experiencial, que venga definida por un contexto de fusiĂłn
cognitiva, cumpla un papel limitante.
En este sentido, la ACT se constituye como una alternativa a las
intervenciones de corte cognitivo, en tanto que el tratamiento de
los eventos privados es radicalmente distinto, pues, al adoptar una
visiĂłn funcional de la cogniciĂłn, no se persigue cambiar el contenido,
sino la funciĂłn discriminativa de los pensamientos y sensaciones,
para que no supongan un obstĂĄculo en la realizaciĂłn de acciones
en trayectorias valiosas. No obstante, futuros estudios podrĂ­an
comparar la eficacia diferencial de ACT versus una intervenciĂłn
de corte cognitivo conductual, al ser estas intervenciones
las dominantes en la PsicologĂ­a del Deporte.
Agradecimientos
El presente estudio ha sido financiado parcialmente por el Ministerio
de EducaciĂłn y Ciencia (SEJ05845) y por la Junta de AndalucĂ­a
(HUM-1093).
352 FRANCISCO J. RUIZ Y CARMEN LUCIANO
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