Como la vida imita al ajedrez. La vida es toma constante de decisiones, los ajedrecistas exprimimos el ejercicio de buscar la mejor opción....siempre.

Por Ernesto Alvarado.

Amigos del ajedrez, dificil ha sido siempre y lo será el papel de dirigente, más aún, de disciplinas deportivas que no son de arrastre en marketing. En el caso de, y para qué ir tan lejos, Costa Rica y su ajedrez, pues, de los últimos 20 años que puedo dar referencia, siempre se ha tenido que hacer malabares para poder subsistir. De hecho, de siempre se ha carecido de lo indispensable de una oficina y el lujo, derroche, de tener una, aunque sea medio tiempo, secretaria para por lo menos, tener una estructura mínima. Para cualquier ajedrecista, es tarea binlanesca andar buscando un dirigente para que le evacúe dudas propias de la actividad y por otro lado, desde siempre ha habido directivos que no les gusta el contacto con la gente y menos, andar respondiendo "majaderías". He sido testigo directo que hay compañeros que les vale un carajo compartir información y más bien, esa información se usa para el amigo intimo de afuera que lo guindó en la directiva ó allegados.

Lo más común ha sido, que los directivos se acomodan a la estrechez y no aspiran a mejores cosas y así como piensan....actúan. El describir el trajinar o deambular errante de la federación es como seguirle la pista al Judío Errante, allá por Barrio Amón, allá por el San Juan de Dios, por el banco popular, y así hasta la fecha. El período de dependencia, casi que en todo sentido, por más de 10 años de Charpentier ayudandola, otros tantos años más al garete siendo manipuladas por jugadores, ha sido parte del calvario de la entidad. Obviamente la imagen y el respeto actual de los ajedrecistas hacia la estructura federativa, es lo que ha demostrado ser: muy frágil. Estas cosas tienen que cambiar, y más ahora que la federación casi que llego a punto de desaparecer y producto de administración de aficionados a dirigentes, metida en embrollos legales financieros. Creo, que se tocó fondo y nos toca a todos construír una federación que pueda crecer y en la que podamos confiar.

Para el año 2011, con la sede administrativa en el estadio nacional, con una sala de juego propia, con el perdón oficial del ICODER y asignación de presupuesto, esperamos despegar y para siempre. Solamente, debemos esperar que algunos hayan aprendido que no se puede manosear la entidad como si fuera algo propio, de que cada estamento del ajedrez debe dedicarse desde su trinchera como entrenador, jugador, promotor, aficionado, dirigente de asociación, a respetar el campo de acción de cada quien y no pretender empoderarse en tomar decisiones en campo ajeno.

El tema FIDE es importante, es de actualidad y en manos sobrias, en manos de dirigentes pensantes que actúen como tales y no como fans, podemos esperar dividendos para la colectividad como tal, como esencia del trabajo y razón de ser. En la FIDE y en la campaña actual, también se dan sus intereses y sus planes guías confesos y no confesos y tras querer estar saliendo nosotros, de un período de remoción dirigencia que nos llevó casi dos años y en la que estamos pagando las consecuencias, aún hoy, martes 22 de junio, lo menos que podemos tener, es los pies en la tierra y la cabeza fría.  Requerimos Dirigentes con dignidad, que piensen en el País y que, como representantes del ajedrez razonen sus decisiones, es lo mínimo que podemos esperar. El ajedrecista que esté esceptico ó apático, se respeta su postura, pero uno no espera, que estiren el pié al pasar y menos que le den palmada en la espalda con la mano llena de clavos. Vienen tiempos mejores, pero eso implica, que desde ahora y como los chinitos del estadio, trabajar, trabajar bajo sol y lluvia, para cuando salga el arcoiris de la esperanza, el de un mañana mejor.