Hemos estado muy ocupados con reunionitis crónica, porque ya empezó la parte dura de la política, y por eso no hemos podido mandar estos mensajes con regularidad.
Como todos saben, la elección ha estado muy polarizada y eso influye en todo.
Pero tenía pendiente contarles un par de anécdotas de Mau Arias.
Desde que llegamos, él se resfrió. Así que tuvo que ir al doctor, que al final descubrimos era un paramédico. Este le recetó vodka, para curarse, pero no cualquiera, sino extrafuerte. El asunto es que tenía que usarlo en el pecho y la espalda, sin embargo, él malinterpretó la indicación y procedió a ponerlo ¡entre pecho y espalda! Sea como fuere, el remedio le dio resultado, y ya ayer me comentó que prácticamente estaba curado.
Un día de estos les envié una fotografía de una de las encargadas de restringir el paso a quienes no son jugadores (la misma que frenó a Topalov). Pues Carlos Reyes, de Guatemala, empezó a tomarse fotos con ella, y con varias más, finalmente se formó un molote, pues varios siguieron los pasos de Reyes, pues las muchachas son realmente hermosas.
Al percartarse de lo que estaba pasando, Arias salió raudo y veloz, a tomarse fotos también, ¡pero con Reyes! De acuerdo con su versión del asunto, su intención era arruinarle la secuencia de fotos a Reyes, pues entre tantas lindas, de repente iba a aparecer él. No sé, una variante dudosa, cuando menos.
Actualizando un poco, ayer tuvimos que llevar a Sebas Ruiz al doctor, pues no ha habido manera de que se sacuda del resfrío tan agresivo que tiene. Le dieron un par de sobres para tomar, con sabor a limón, y unos equivalentes de Graneodín, para masticar.
Ayer el odiosímetro se descompuso por el exceso del nivel a medir. Arbitrábamos el match Noruega - Bosnia Herzegovina, en mujeres. La capitana de este último puso su cartera en una de las sillas, y salió a hacer alguna gestión. Llegó el capitán (hombre) del equipo femenino noruego, y decidió que esa era su silla, y vio el bolso, así que lo tomó y lo tiró a medio pasillo interno, donde la gente pasa. Primero, el gesto despreciativo con que lo hizo, y segundo el no importarle si alguien se podía tropezar y caer, porque nadie espera que haya un bolso en media pasada.
No entendiendo bien qué pasaba, le pregunté si era de él. Me indicó que no. Desgraciadamente, no me alcanzó el inglés que manejo para decirle lo que pensaba de él, aparte de que mi rol me impedía explayarme. Pero creo que sí le quedó claro con los gestos que le hice.
En cuanto al clima, este ha empeorado, y ayer cayó un aguacero bastante fuerte. Hoy cuando nos levantamos a las 7.30 am, la temperatura estaba a 5 grados, a pesar de un cierto solcito que asomó por un ratito, antes de perderse en el nublado diario.
Nota: Todos los que reciben estas fotos pueden hacer uso para ilustrar notas de ajedrez, si así lo desean y favor que les solicitamos.
Esperamos verte pronto en uno de nuestros eventos o talleres de entrenamiento