NICARAGUA - Abril 2013
Ella, es una joven de mirada inquieta, fĂĄcil de sonreĂr, con 22 años y un tĂtulo en banca y finanzas, en la cima del Everest de su juventud. Se llama Ana Daniela Madrigal BodĂĄn. Ăl, es un chavalo de 18 años, una edad apropiada para cultivar sueños, estudiando tambiĂ©n finanzas. Su nombre es Mariano JosĂ© Madrigal BodĂĄn.
¿QuĂ© tienen en comĂșn, mĂĄs allĂĄ de los lazos de sangre como hermanos, estos dos muchachos que nunca han tomado ni fumado, ni por curiosidad, lo que satisface a sus padres, Mariano y Cora? Han sido atrapados por el ajedrez desde muy pequeños, cuando estudiaban en el Colegio San JosĂ© de Jinotepe. Cada uno le dedica a ese deporte que tanto agita los mecanismos cerebrales dentro de una aparente calma, un mĂnimo de cinco horas diarias para su estudio y adiestramiento.
“Solo asĂ se puede garantizar progresar”, me dicen, antes de sorprenderme refiriĂ©ndose a algo anecdĂłtico: “Una vez se dañó el televisor en la casa, y pasamos tres años sin repararlo, porque no hacĂa falta. Nuestra pasiĂłn por el ajedrez, lo cubrĂa todo. Casi no vemos televisiĂłn”. Y cuando les pregunto ¿cĂłmo usan sus ratos libres?, me vuelven a sorprender al responder: “jugando ajedrez”. Aseguran no aburrirse nunca porque cuando se estĂĄ haciendo lo que a uno tanto le gusta, no hay forma de que eso ocurra.
Eso explica por quĂ© Ana, con la maestrĂa FIDE, quiĂ©n recientemente empatĂł por segunda vez con Carlos DĂĄvila, sin la menor duda el mejor ajedrecista de Nicaragua, es un caso de nivel competitivo sin precedentes en el sector femenino; y porque Mariano, ha conseguido desde los 17 años, ser apenas el tercer Maestro Internacional pinolero, agregĂĄndose a DĂĄvila y Danilo Canda.
DespuĂ©s de haber estado en la Olimpiada ajedrecĂstica de TurquĂa, ella estarĂĄ viajando a Italia, sometiendo a prueba su capacidad en otro evento de gran exigencia, y Ă©l, sale el sĂĄbado hacia Cuba para un reto similar en el Internacional Capablanca. El ELO de Mariano es 2,167 y el de Ana, 2,035. Desde hace siete meses, ellos estĂĄn siendo pulidos por el cubano HĂ©ctor Leiva. Previamente, fueron ayudados eficazmente por el profesor Sergio Carranza.
Fuente: elnuevodiario