ECUADOR - Setiembre 2013
Como si fuesen nómadas van de un lado para el otro. Ahora instalaron sus mesas y mueven las piezas en el pasillo de la planta alta del complejo de squash, antes estaban en el mismo escenario pero en la cancha de dobles.
Entre que van y vienen aseguran haber perdido algunos materiales, pero lo que más les duele es la deserción de algunos deportistas cuyos padres deciden retirarles de la práctica al ver las condiciones en las que entrenan, a decir de Miguel Barros, presidente de los padres de familia del Club AjedrAz.
Echan de menos el silencio y tranquilidad que tenían en la Casa del Ajedrez el cual tuvieron que abandonar por mejoras y ampliación en la infraestructura. Desde entonces ya se van a cumplir ocho meses.
Los trabajos están paralizados por falta de permisos municipales mientras los deportistas hacen lo posible por concentrarse en medio del bullicio natural que generan los seleccionados de squash en sus entrenamientos empezando por el mismo impacto de la pelota contra la pared.
¿Hubo descuido al empezar la obra sin los permisos respectivos?. Iván Altamirano, encargado de la obra, reconoció el error “pero bueno, la historia es historia, el presente es presente y hay que estar alineados a todo este tipo de permisos”.
Los trámites, dijo, van por buen camino y adelantó que en octubre entregará la obra que se financió por 48 mil dólares. “Falta la colocación de puertas, ventanas, cielo raso, sanitarios y la pintura”. (BST)
Fuente: El Mercurio
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