Este maestro ucraniano fue uno de los mejores jugadores de su Ă©poca, sin llegar nunca al nivel de la superĂ©lite, aunque dio mĂĄs de una sorpresa a Lasker, Rubinstein, Nimzowitch y otros. TenĂa un carĂĄcter muy peculiar, por lo abierto que era, caracterĂstica por lo demĂĄs bastante comĂșn en la gente de su tierra (aunque ahora nos venga a la mente el introvertido Ivanchuk), quizĂĄs los mĂĄs emprendedores de todos los paĂses de la antigua UniĂłn SoviĂ©tica.
Cierta vez, ya de edad avanzada, se enfrentĂł con Bronstein en el momento cumbre de Ă©ste. El simpĂĄtico maestro planteĂł el gambito de rey, a la vez que gritĂł a su rival que lo aceptara, o, de no hacerlo, no volverĂa a jugar con Ă©l nunca.
Bronstein no podĂa aceptar que toda una leyenda no quisiera jugar mĂĄs con Ă©l, por lo que tomĂł el peĂłn f de su rival. Incluso planteĂł la antigua forma de defender el peĂłn del gambito, con 3...g5. Pero Bronstein estaba en su momento y pronto puso en apuros al veterano, quien, despuĂ©s de realizada su jugada, vio que no era correcta, y decidiĂł rectificar. Bronstein, igual que antes, no dijo nada, pero sĂ los ĂĄrbitros, ante una clara violaciĂłn del reglamento. Inmediatamente, el ucraniano gritĂł que estaban jugando al ajedrez, asĂ que no se debĂa hacer caso al reglamento, y, mirando a Bronstein, le preguntĂł si tenĂa algĂșn problema. David, muy correcto por su simpatĂa y veneraciĂłn del viejo maestro, dijo que no le importaba. AsĂ que volviĂł atrĂĄs la jugada. A pesar de ello, perdiĂł en sĂłlo 19 jugadas, una miniatura, a pesar de entrar en la lĂnea impuesta a su rival y de rectificar un movimiento.
Transcribimos la partida:
1.e4 e5 2.f4 exf4 3.Cf3 g5 4.h4 g4 5.Cg5 d5 6.exd5 h6 7.De2+ Ae7 8.Ce4 f5 9.Cf2 Cf6 10.d4 0-0 11.Axf4 Cxd5 12.Dd2 Cxf4 13.Dxf4 Rg7 14.Ae2 Te8 15.0-0 Ad6 16.Dd2 Dxh4 17.Td1 f4 18.Cc3 f3 19.gxf3 Dh2+ y negras abandonan.
La moraleja, si es que tiene que haber alguna, es que las trampas al final se pagan.