Magnus Carlsen es el nuevo campeón del mundo de ajedrez, un título que durante muchos años pelearon Kasparov y Karpov. La primera final que disputaron no terminó nunca…
Aún quedaban unos años –algo más de seis- para que naciera Magnus Carlsen, el nuevo campeón del mundo de ajedrez. Estamos en septiembre de 1984. Anatoli Karpov es el gran dominador de este deporte y lucha por revalidar su corona mundial ante un jovencísimo Gary Kasparov. El título lo ganaría quien se apuntase seis victorias. Las tablas no contabilizaban.
Parecía que Karpov iba a despachar el asunto por la vía rápida. Después de nueve partidas, ganaba por 4-0. Para el 5-0 tuvo que esperar hasta la partida 27. Era cuestión de tiempo que Kasparov terminase claudicando. Pero eso, tiempo –y mucho- es lo que aún pasaron los dos geniales ajedrecistas delante del tablero.
Kasparov sumó su primer punto en la partida 32. Quince después, logró su segunda victoria. Las hojas del calendario ya habían pasado hasta 1985. El cansancio se iba acumulando, pero afectaba más a Karpov, que no encontraba la manera de sentenciar el campeonato. Y no lo encontraría. Kasparov se llevó la partida 48 y dejaba las cosas en un inquietante 5-3 aún a favor de Karpov. No hubo más partidas.
En febrero de 1985, a punto de llegar a los seis meses de una histórica batalla sobre el tablero, el presidente de la Federación Mundial de Ajedrez, Florencio Campomanes, canceló el campeonato. El motivo que esgrimió era el agotamiento de los dos jugadores. La decisión no gustó a ninguno de los dos. Ni a nadie.
En septiembre de ese mismo año, Karpov y Kasparov comenzaron su segunda pugna por el título mundial sin haber terminado la primera. El segundo ‘combate’, programado al mejor de 24 asaltos, lo ganó Kasparov por 13-11. El ajedrez tenía un nuevo campeón del mundo. El más joven de la historia, un récord que aún perdura y que Magnus Carlsen no ha podido batir por sólo unos meses.
Atrás, aunque no mucho, quedaba lo ocurrido en el campeonato anterior cuando, tras 48 partidas y seis meses de una hermosa y agotadora lucha, Karpov y Kasparov se habían quedado sin corona. Y de una pieza por la sorprendente decisión de Campomanes.
Fuente: Grada360