Dublín vivió ayer domingo un crimen espeluznante, más propio de una serie como «Hannibal» que del resultado de una discusión ajedrecística. Tom O’Gorman, de 39 años, fue asesinado por su huésped y compañero de partida, que después mutiló su cuerpo e incluso aseguró que se había comido su corazón, antes de llamar a la Policía con toda la frialdad del mundo.
El ajedrez puede ser una representación casi perfecta de la guerra, pero sus practicantes casi siempre han sido gente pacífica. Recientemente, sin embargo, conocíamos la noticia de un ciudadano chino que asesinaba a su amigo y vecino antes de suicidarse para seguir jugando al ajedrez en el cielo.
Lo ocurrido en la avenida Beechpark de Castleknock (Dublín) es todavía peor. Según informan «The Independent» y casi toda la prensa irlandesa, los agentes se quedaron de piedra cuando, tras la llamada del supuesto asesino, un ciudadano italiano de 34 años, acudieron a su domicilio y se encontraron con un escenario horrendo. Saverio Bellante, nacido en Palermo (Sicilia), llevaba dos años y medio viviendo en Irlanda, donde trabajaba para una compañía farmacéutica, y vivía en la habitación alquilada por O’Gorman desde el año pasado. «Soy culpable», les dijo.
El italiano le contó a la Policía con una calma sorprendente que había matado a su casero por una discusión relacionada con un movimiento de la partida de ajedrez y que después se comió su corazón. Parece, no obstante, que lo confundió con uno de los pulmones, que era el órgano que realmente faltaba. Por los rastros dejados en la escena del crimen, se sospecha también que la víctima se defendió y que, después de ser atacada con un cuchillo de cocina, fue golpeada varias veces en la cabeza con un objeto contundente.
La Policía irlandesa ha confirmado que es «uno de los crímenes más grotescos» que han conocido en mucho tiempo. Tom O’Gorman era un periodista que había trabajado en el periódico católico «The Voice Today» y que ahora colaboraba con el diario «Irish Catholic». Los investigadores creen incluso que verdugo y víctima pertenecían a la misma organización religiosa.
Fuente: ABC Blogs