Durante la presentaciĂłn de PlayMagnus, ELMUNDO.es tuvo la oportunidad de charlar con el joven Gran Maestro de ajedrez noruego: sobre sus planes, sobre si le ha cambiado la vida desde el pasado noviembre cuando, con 22 años, 11 meses y 23 dĂas, fue coronado como el decimosexto campeĂłn mundial de ajedrez, sobre Kasparov y Anand, y sĂ, tambiĂ©n sobre el Real Madrid.
Hace dos dĂas, Carlsen escribĂa en su cuenta de Twitter: "PlayMagnus ha logrado las 100.000 descargas. Me pregunto si mi prĂłximo contrincante en el Campeonato Mundial la usa para entrenarse".
Era medio broma, porque no disimula su risa, pero confiesa: "SĂ© que el Gran Maestro francĂ©s, Maxime Vachier-Lagrave, que es el nĂșmero 10 del mundo, ha estado compitiendo en ella... Pero tengo la impresiĂłn de que es mĂĄs por divertimento que como entrenamiento contra mĂ", explica. "Aunque lo pasĂł mal, creo. Y si no recuerdo mal juguĂ© contra Ă©l varias varias veces cuando tenĂa 14 años y le ganĂ© siempre".
Carlsen no ha ocultado nunca que le disgusta jugar contra mĂĄquinas, pero con su app la cosa cambia: "Para mĂ es definitivamente mĂĄs interesante jugar contra mĂ mismo", explica. Si bien no le ha dedicado excesivo tiempo, aunque reconoce haber competido contra Ă©l mismo, y que perdiĂł en el nivel 23. Porque el "propĂłsito de la app no es sentarte horas frente a ella, sino 10 minutos".
PrĂłximos retos
Su rutina es cambiante, confiesa que no va mucho de vacaciones, que le gusta viajar a los torneos y los "bonitos lugares donde se celebran", y que cuando estå en Noruega también lo disfruta, "relajåndose en casa". Su próximo reto es el torneo de Azerbaiyån en abril donde jugarå "con algunos de los mejores jugadores del mundo", para el que se entrenarå todo el mes que viene. Después viene el torneo noruego, quizås la Olimpiada de Ajedrez en agosto, y por fin se centrarå en quien sea su oponente en el Mundial.
Sobre cĂłmo de cerca sigue a sus futuros contrincantes, contesta: "los torneos empiezan a las 10 y yo me levanto a las 10", y se rĂe. "No en serio: los sigo varias horas a diario, los comparo con mis propias bases de datos", concede. Y los sigo "como profesional, pero tambiĂ©n como fan del ajedrez, simplemente disfrutando las grandes partidas", añade.
Reconoce estar contento con lo bien que le ha ido a Viswanathan Anand, a quien le arrebatĂł en Chennai el tĂtulo de CampeĂłn Mundial, "pero serĂĄ interesante competir bĂĄsicamente con cualquiera que se califique. Va a ser divertido para mĂ, y probablemente para mi contrincante. Y para todos los que siguen el ajedrez".
Un padre y un niño prodigio
No obstante, dice no sentir nada de presiĂłn desde que posee el tĂtulo mundial, que le convirtiĂł en el segundo campeĂłn mĂĄs joven despuĂ©s de Garry Kasparov. Sobre el ruso, reconoce: "Nos llevamos bien, especialmente desde que no es mi entrenador. Y no me discute aperturas, y no se enfada por la elecciĂłn que haya hecho en el juego... La Ășltima vez que nos vimos, aquĂ en Oslo, tuvimos una muy buena charla sobre ajedrez. Nos llevamos bien, sĂ".
Carlsen -cuya inteligencia se compara a la de Albert Einstein, si bien nunca ha sentido interĂ©s en medir su coeficiente intelectual, que algunos sitĂșan en 190- comenzĂł a jugar ajedrez de niño. Aunque es sabido que al principio no mostrĂł mucho interĂ©s. "Mi padre me enseñó a jugar al ajedrez, pero no era a eso a lo que yo querĂa dedicar todo mi tiempo. Jugaba de vez en cuando con mi padre, cuando hacĂa mal tiempo. Probablemente Ă©l tampoco querĂa jugar, porque tanto mi hermana como yo no entendĂamos demasiado, asĂ que no era muy interesante para Ă©l..."
Preguntado por cĂłmo sucediĂł todo, por cĂłmo un niño prodigio puede pasar ligero del tablero y acabar como campeĂłn del mundo, rompiendo asĂ la supremacĂa soviĂ©tica desde Bobby Fischer, explica: "Creo que en algĂșn momento empecĂ© a cogerlo. EmpecĂ© a tener interĂ©s, a dedicarle tiempo a mover las piezas. Y me enganchĂ©".
'Necesito adquirir conocimiento'
Pero insiste en que no es un genio. "Me puedes llamar genio del ajedrez, pero no genio. Yo no soy de esas personas que lo coge todo inmediatamente. Necesito adquirir conocimiento. Y asĂ fue con el ajedrez. No vino automĂĄticamente, lleva mucho trabajo. No lo considerĂ© trabajo pero me llevĂł mucho tiempo entenderlo todo. Y creo que asĂ es con todo. Al menos para mĂ".
En cuanto a quĂ© ajedrecista admira mĂĄs, dubitativo, contesta: "Es difĂcil decir sĂłlo un nombre. Y no recuerdo haberle dedicado mucho tiempo a pensar sobre ello. Admiro a los grandes maestros del pasado. Pero me es un poco difĂcil admirar a los actuales porque son mis competidores, mis rivales. Aunque es difĂcil responder, puedo decir que admiro lo que la gente hace, mĂĄs que a la persona en sĂ".
No obstante, ahora que es un fenĂłmeno social entre los niños noruegos -se dice que ha desbancado a los hĂ©roes patrios del esquĂ de fondo- reconoce: "A todo el mundo le encanta ser admirado". Y sobre su Real Madrid lo tiene claro: "Estoy muy contento. EstĂĄn en la lucha por tres tĂtulos y tiene muy buena pinta por ahora. AhĂ es donde querĂamos estar".
Fuente: El Mundo