Llegó del norte del continente hace ya varios años al país más feliz del mundo Mike Morán y desde entonces está pendiente de cuándo hay torneos, para jugarlos.
Anécdotico aún hoy en día, que se enoja consigo mismo cuando pierde, a los torneos llega movilizandose en una motote grande y a la par de su mesa no puede faltar Coca cola.
Hoy nos alegramos junto a él, de que ganó esta mañana; sonriente andaba por toda la sala y pasillos y hasta posó para la cámara viajera.