Cuando apareció la convocatoria de la sexta edición del Internacional de Alajuela, como siempre, hubo gozo en mi interior, al saber que vendría una bonita oportunidad de jugar ajedrez y compartir con amigos ya conocidos del resto de Centroamérica y varios de los Grandes Maestros que nos visitarían, entre ellos, mi coequipero colombiano Alder Escobar. Dá gusto jugar en un torneo con tanta participación.
Decir que me preparé técnicamente sería mentir, a lo más que pude fue a mentalizarme y hacer la cuenta regresiva hacia el inicio del torneo, preparé un contingente de trece compañeros afiliados a la web para llevarlos a participar y procuré llevar personal para también cubrir para la web este importante torneo, sobriamente manejado por los hermanos González Acosta y en donde el cuerpo arbitral sacó un excelente 100. Tan buena labor arbitral, que cada vez que miraba hacia el lado, tenía un árbitro vigilando la partida. Un torneo con mucha exposición y divulgación en internet donde Castro hizo magia y el relacionista de la FCA el periodista Eduardo Arguijo hizo una tremenda labor.
El torneo caprichosamente y merced a que la organización dispone usar emparejamientos acelerados en las primeras dos rondas, en la primera me pone contra mi hijo Francisco, quien viene subiendo su nivel rápidamente y tras acongojarnos ambos en una presa camino a Alajuela y que nos tomó casi tres horas llegar, pues dispusimos empatar la partida apenas las primeras jugadas. En segunda ronda me enfrento a un amigo especial Eduardo Torres y tras trabajar la partida por casi cuatro horas rematé bonito en una final y que, sin embargo, pudo tener un remate artístico que no lo vi y si lo calculó mi amigo Agustín Solano, quién me lo mostró posteriormente.
En ronda 3, con blancas me toca con Jennifer Acevedo una de las juveniles con más progreso últimamente y con quien, había empatado en la premier 2015; en aquella ocasión una partida disputada, muy ajustada y en la que tuve que pensar, que el medio punto le servía a los intereses del equipo. Ahora, de manera individual, con muchos deseos de jugar pues plantee una vez más mi inglesa y quedé superior en la apertura y trabajé la ventaja hasta traducirla en un punto.
Ronda 4 me enfrento con negras con el catracho José Luis Enamorado y planteo una francesa que como es natural, tuve que trabajarla a puro concepto posicional y gané claramente en ese estilo.
Ronda 5 y subo a la mesa 4, tablero en vivo, bromeaba Mauricio Castro. Esta es una partida en la que, alcanzo una buena posición pese a llevar negras y hago lo que he aconsejado a mis pupilos no hacer, presiono la posición en demasía y el otro craso error, calculo imprecisamente una línea en un momento de la partida y posición en que....no debía, no estaba obligado a hacerlo y el castigo sobrevino inmediatamente del 26 veces campeón absoluto de Guatemala.
Ronda 6 y swiss manager me coloca de frente al actual campeón de Honduras, el jóven Alejandro José Chinchilla, llevo blancas, nada que perder, sin complejo alguno y tras el saludo inicial: 1.c4. El rostro de mi rival muy expresivo, subió una ceja de inmediato. Esto me indicó que iba a ser una tensa partida y que, debía vigilar la expresividad gestual de mi rival, quién lo más seguro tras ver mi elo 1980 debió sentirse tranquilo y suficiente para ganar. Mi jugada: 5.Cd5, no le gustó; de nuevo me encuentro en la posibilidad de doblar un peón mío, central, que presione el centro enemigo, defendido por mi alfil blanco y quien quita, más adelante sea un peón pasado determinante. Con la ventaja posicional conseguida, paso a paso, sin perder el norte me dediqué a irla convirtiendo poco a poco, y a ello, se sumó buen espacio de maniobra y tener alternativa de ataques en el enroque negro y no hubo paz para Chinchilla, hasta que impotente dobló su rey.
Ronda 7 y de nuevo Eugenio Chinchilla, ya es......típico que me lo encuentre en los torneos. Mi 1.c4, no lo impresionó mayormente, y de manera descuidada me gana el famoso peón de b2, sin estar en esta ocasión envenenado. Lejos de bajar la guardia me dispuse a vender cara la partida y logré bonitos chances tácticos de complicar la partida, al extremo que duró poco más de cuatro horas y costó al maestro varios suspiros de tensión. Al final la clase conocida de Eugenio logró controlar la tempestad y recogió el punto entero.
Ronda 8 y negras contra Efrén Solís. En esto de llevar negras, que es lo mejor contra Efrén, fue cómplice swiss manager. Somos de estilos de juegos muy extremamente diferente, el de ataque desbocado, yo más posicional y estratégico. Visualicé una vez más que esta partida iba a ser como querer echar a una bolsa plástica a un gato, algo imposible.
Sale eufórico Efrén como el Toro cuando le dan puerta, al decir el AF Hondureño Hector Mejía: "pueden comenzar" y hace: 1.e4; ante esto, pues tengo mi francesa. Dudé un poco, pués creí que se iba a decantar él por: 1-e4 e6; 2-d4 d5; 3-exd5..... y un juego muy abierto. Pero no, a d5 el hombre de una vez y sin pensarlo: 3-e5. Y ahí vamos bien. Pronto ante la expectativa de pronto ataque en el flanco rey le acoso un peón en el flanco de dama, adonde he perfilado sin descuidar algunas piezas y eso lo ciega y me regala el peón; como todo, sé que eso lo iba a enojar más y fui martillando la posición y sus típicas debilidades que él suele dejar por irse adelante. La ventaja que conseguí no fue tanta en lo material como si en la espacial, aunque, bien se sabe que cuando está herido el paisano es más peligroso y tuve que trabajar la partida hasta el pimpom donde de nuevo el impetuoso toro blanco sacrifica su torre pudiendo sostener la posición y no forzar; pero, eso ya es una cuestión de temperamento. Gané en el pimpom rematando la ventaja conseguida (peón de más) no sin antes, haber sudado, quedé fundido.
Para la ronda 9 me toca el MI Mariano Madrigal, con igual puntaje que yo, y me imagino ansioso de sumar para no perder elo, elo que esta gente cuida al extremo, como la sangre. LLevo blancas y a mi 1.c4 el maestro rápidamente contesta 1.c5 y bueno, se que viene posiciones clásicas, simétricas, que hay que tener mucha precisión. De nuevo un caballo mío llega a la poderosa y atractiva casilla d5 y pretende convertirse en peón pasado tras un tenso e incipiente mediojuego donde logré centralizar ambos caballos y esto, fue la gota que derramó el vaso de agua, y al maestro no le gustó ese atrevimiento e hizo en e5 que no había querido cerrando la posición, ya en ese momento, posicionalmente estoy mejor. Soy consciente que hay que trabajar mucho por convertir esa ventaja y que un MI no se va entregar tan fácilmente, me propone tablas y ....pensé aceptarlas para no arriesgar la partida, toda vez que ganaba elo y aspiraba a premio, esto último, lo último buscado y apretón de manos, con el alivio en el rostro del maestro Pinolero.
Balance final, ranking inicial 47, final 25, arriba de muchos titulados. En contabilidad + 29.6 puntos de elo FIDE a favor y la satisfacción de haber tenido un buen torneo, en donde, en todas las partidas quedé bien en las aperturas, y me sentí con muchos deseos de jugar y buena concentración.
Naturalmente me siento más liviano, al no tener el lastre del trabajo federativo y si la oportunidad de hacer lo que mas me gusta: jugar.
Ahora a esperar el clasificatorio de primeras y con la ilusión de que hay espacio para mejorar. Esta fue una oportunidad en que las ganas pueden más que la preparación y como titulé al comienzo: jugando con el corazón.
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| MI Carlos Juárez, 26 veces campeón de Guatemala, una leyenda.
Por Dizán Ernesto Alvarado
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